Barcelona, 2 de marzo 2016.- ¿Cómo evolucionarán los modelos de movilidad urbana?. ¿Cuál será el modelo de transporte de mercancías durante los próximos 15 años?. ¿Las innovaciones tecnológicas en la conducción autónoma supondrá un gran cambio de concepto para los procesos de la Supply Chain?. Dos importantes instituciones se han puesto a estudiar y dibujar el futuro más próximo.
Zaragoza Logistics Center (ZLC), centro de investigación promovido por el Gobierno de Aragón en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), es uno de los socios del proyecto Mobility4EU, cuyo objetivo es trazar un plan de acción para el futuro de la movilidad en Europa, un documento que defina un nuevo modelo en el transporte de personas y mercancías en el continente de cara al año 2030. El proyecto, dotado con casi tres millones de euros por la Comisión Europea y que durará tres años, desarrollará el plan teniendo en cuenta todos los medios de transporte, pero además considerando la opinión de distintos agentes sociales implicados en el ámbito de la movilidad. “Los diferentes sectores de transporte se enfrentan a retos que, a veces, resultan contradictorios, por ello es necesario elaborar un plan de acción para la aplicación coherente de soluciones innovadoras y que debe ser respaldado por gran parte de la sociedad”, señala la directora de programas de investigación del ZLC Carolina Ciprés.
Con estos objetivos se ha configurado un equipo de trabajo multidisciplinar integrado por 19 socios de Alemania, Francia, Bélgica, Italia, Grecia, Países Bajos, Reino Unido, Hungría, Finlandia y España. Así, se han integrado a representantes clave por su relación con las plataformas tecnológicas europeas de cada medio de transporte, mientras que la otra parte del consorcio la forman agentes con más experiencia en ciencias sociales que analizarán cómo estas tendencias van a ir cambiando y modificando las necesidades de movilidad. ZLC, único socio español del proyecto junto a la Autoridad del Transporte Metropolitano de Barcelona, ha sido invitado como promotor de la Plataforma Tecnológica Europea de Logística, (Alice), y se le ha asignado el papel de “Líder de Tarea”. En concreto, encabezará la labor de derivar recomendaciones de este plan hacia las distintas unidades de políticas de la Comisión Europea, a las plataformas tecnológicas y a los países miembros. “El plan será muy amplio, pero luego, para hacerlo sencillo de uso para cada una de las partes interesadas, a cada unidad derivaremos las recomendaciones específicas que deberían aplicar”, aclara Ciprés. En el proyecto, que coordina la alemana VDI/VDE IT, participan organismos de investigación, empresas tecnológicas como Siemens, compañías del sector de las humanidades, despachos de abogados o centros medioambientales, entre otros. Los trabajos arrancaron el pasado 1 de enero con un primer encuentro de líderes de tareas, y ya en las próximas semanas tendrá lugar la reunión de lanzamiento en la que participarán todos los socios y empezarán a diseñar las distintas áreas de análisis. Mientras tanto, el MIT se plantea también como será el transporte aéreo durante los próximos años:
Las cuatro empresas más grandes del mundo son tecnológicas
Diez años antes del 2030 está prevista la comercialización de los primeros coches autónomos y, a su vez, los camiones de mercancías sin conductor. Unas iniciativas reales, gracias en parte, a los 4 gigantes de la a tecnología como ha recordado el gurú digital, Enrique Dans:
«Hay que destacar el hecho de que cuatro empresas tecnológicas, Alphabet, Apple, Microsoft y Facebook, hayan copado los cuatro puestos de cabeza por valoración bursátil en el S&P 500. Hablamos de las cuatro empresas más grandes de las recogidas en el S&P 500, que excluye empresas no cotizadas en su mercado, fondos soberanos, etc., pero indudablemente, que las cuatro empresas más grandes en ese indicador sean cuatro tecnológicas es un signo claro de los tiempos que vivimos. Para muchos, esto aún supone un problema que no son capaces de entender, y siguen pensando que hay algún tipo de “distorsión en la fuerza” cuando compañías que fabrican electrónica de consumo o intangibles de diversos tipos puedan valer más que empresas petroleras, automovilísticas, farmacéuticas o de distribución. La tesitura me recuerda a cuando yo era incapaz de explicar al abuelo de mi mujer, una persona absolutamente encantadora que murió el año pasado a los 93 años, que aunque estuviese en mi casa vestido de cualquier manera y delante del ordenador, no tenía que preocuparse porque sí que estaba trabajando».
Empresa Tecnológica para el Transporte y la Logística
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