Barcelona, 20 de abril del 2021.- El transporte de mercancías mantiene sus incertidumbres sobre tres variables estratégicas: Fiscalidad sobre los carburante, más cotización del petróleo, posibles nuevo peaje sobre las autovías y escasez en las ayudas públicas.
El paquete de medidas que contempla el Plan de Recuperación Económica tendrá que ser presentado a finales de abril a la Comisión Europea. En él, se incluyen una serie de medidas fiscales, entre ellas, la «revisión» de las fiscalidad aplicada a carburantes como la gasolina y el diésel.
Por otra parte, desde el Ejecutivo se ha informado de: “Es preciso desarrollar un sistema de pago por uso de la red de vías de alta capacidad que permita cubrir los costes de mantenimiento e integrar las externalidades negativas del transporte por carretera”.
El abandono reiterado de los profesionales del transporte
Según ha informado el periódico El Confidencial, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER) ha mostrado su sorpresa por que los transportistas de mercancías por carretera no están entre los que optan a las ayudas, pero sí los intermediarios de transporte. «Si la razón por la cual se puede recibir la ayuda es haber reducido su facturación un 30% el año pasado, no tiene sentido que nos excluyan», declara el secretario general de la federación, Juan José Gil, quien estima que entre el 20 y el 30% de las 102.000 empresas y autónomos del sector cumplen ese requisito. Se trata, asegura, de un sector «transversal», lo que provoca que algunas especialidades han sido más perjudicadas por la pandemia, por ejemplo los distribuidores de restaurantes y hoteles, el transporte de vehículos o los dedicados a la construcción. FENADISMER ha mostrado su sorpresa por no estar incluidos los transportistas de mercancías por carretera, pero sí los intermediarios.
Óscar Baños es caminero, autónomo y cumple con el requisito fijado por el Gobierno de haber reducido el volumen de operaciones anuales en 2020 al menos un 30% para optar a las ayudas. Forma parte de una cooperativa que en los momentos más duros de la pandemia perdió más de la mitad de su facturación. «Es triste, pero no es algo que nos pille de sorpresa. No estamos valorados, nos sentimos un sector abandonado», lamenta el transportista, quien recuerda las primeras semanas de pandemia como la peor época de su vida. Habla de «condiciones de trabajo penosas», sin poder parar a asearse en áreas de servicio, y obligados en muchos casos a cargar y descargar la mercancía cuando una ley lo impedía, y en un momento en el que se pretendía reducir al máximo el contacto social.
«Hicimos nuestro trabajo, que es lo que teníamos que hacer. Si los primeros días se consiguió que los supermercados no se vaciasen es porque nosotros seguimos trabajando. No nos podemos comparar ni mucho menos con los sanitarios ni pretendemos hacerlo, pero sí es cierto que somos un sector esencial y fastidia que en estos momentos no cuenten contigo», lamenta el que es presidente de la Asociación Empresarial Palentina de Transportes. Baños agradece que sus 25 años de trayectoria en el sector le permitieran no recurrir finalmente a los créditos ICO, aunque sí barajó esa opción. «Para muchos compañeros son imprescindibles las ayudas. Mucho aplauso, mucho sector esencial, pero a la hora de la verdad parece que solo somos esenciales para trabajar», reprocha.
Como en todos los ámbitos, la pandemia ha trastocado la forma de vida de los transportistas. En la puerta del camión en la que antes había una botella de agua, un paquete de tabaco o el disco de éxitos de la década de los noventa, ahora lo ocupa el gel hidroalcohólico. Pero si hay una medida que ha afectado de lleno a los camioneros es la distancia social. «Siempre ha sido una profesión de soledad, pero hoy estamos bastante más solos aún. Ahora cenas solo en tu mesa y en cuanto acabas te vas a la cabina. Como es evidente ya no puedes juntarte a echar una parlada con tu compañero tomando un café después de comer», detalla el trabajador.
Y unido a esa necesaria distancia interpersonal, Baños denuncia que en algunas plataformas logísticas les hagan cargar y descargar el camión, cuando lo más seguro sería permanecer en la cabina. «Al comienzo de la pandemia no te podías relacionar con nadie, no podías ir a un restaurante, pero luego sí entrar a una plataforma logística donde uno viene de Rumania, otro viene de París, y otro de Sevilla», ironiza Baños, sobre la carga y descarga por parte del propio transportista, una reclamación que aún mantienen las asociaciones.
El continuo movimiento de estos trabajadores es también el argumento del que se sirven para requerir ser vacunados. «Los transportistas deberían ser, tras los sanitarios, los primeros en vacunarse, porque podemos propagar el virus de un lado a otro», argumenta el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Transportes de Mercancía de Castilla y León (FETRACAL), Juan Luis Feltrero, quien reitera que «el sector se siente muy engañado». Sobre la exclusión de los transportistas de las ayudas para la solvencia empresarial, Feltrero advierte que la situación actual «es un espejismo», y que cuando tengan que empezar a devolver completos los créditos ICO a partir de mayo de 2022 «veremos caer a las empresas, porque va a ser insostenible».
Feltrero advierte de la caída del volumen de actividad, pues antes de la pandemia los camiones que llevaban carga a otra provincia, siempre volvían de nuevo cargados para hacer otro servicio. Ahora, el suministro de materia prima y su transporte es «muy inferior», una situación cuyo final no atisba cercano, al menos si continúan las restricciones. «Si nos dejan trabajar, saldremos todos de esto, pero si no va a ser muy difícil», apuesta el empresario de transporte.
Su caso particular es fiel reflejo de lo mal que lo han pasado las pymes. Su empresa de mudanzas, transporte de obras de arte y de grandes exposiciones se vio claramente afectada por el confinamiento y la suspensión de grandes eventos. Tan solo el 8% de la plantilla (120 trabajadores en transporte y montaje) permanecieron en su puesto en los momentos iniciales de la pandemia, básicamente para realizar trabajos para la administración de manera altruista, como el transporte de mascarillas. El resto de empleados llegó a estar en ERTE cerca de 70 días.
Al menos…ayudas para la transformación de flotas
El Gobierno ha establecido una línea de ayudas para la transformación de las flotas de las compañías de transporte de mercancías por carretera, que incluirá el cambio a vehículos propulsados por energías alternativas, incluido el gas, y la instalación de los puntos de recarga.
Se trata de una de las medidas incluidas en el ‘plan de impulso de la sostenibilidad del transporte de mercancías por carretera’, enmarcado en la futura Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, y que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha presentado este jueves ante el Comité Nacional del Transporte por Carretera, donde está representado todo el sector de la movilidad.
Dentro de las medidas, se contemplan la continuidad de las ayudas a la formación o al abandono y se introducen otras nuevas subvenciones destinadas al impulso de la digitalización, a los aparcamientos seguros o para la renovación de vehículos industriales, que complementará a las ayudas para la renovación de vehículos del Plan Moves III.
Durante la reunión, se ha destacado que es la primera vez que se ha elaborado un plan específico diseñado para la sostenibilidad del sector del transporte de mercancías por carretera, desde la triple perspectiva económica, social y medioambiental, orientado «al refuerzo del sector, la mejora de su prestigio y su robustez como sector económico».
Las líneas de inversión que el Departamento que dirige José Luis Ábalos cree que tendrán más impacto en el sector del transporte por carretera son las destinadas a la renovación de flotas, en las que se tendrán en cuenta las tecnologías sostenibles y la digitalización de las empresas de transporte.
De esta manera, se establecerán incentivos para la transformación de flotas propulsadas por energías alternativas, incluyendo el gas, los puntos de suministro de energía y el reacondicionamiento de vehículos para que puedan funcionar con un porcentaje de combustible alternativo.
Por otro lado, las ayudas para la digitalización de las empresas de transporte tienen por objetivo romper las barreras de entrada hacia la digitalización del sector, mejorando su competitividad, eficiencia y servicio al usuario.
Asimismo, el Ministerio defiende que sigue trabajando en el plan ‘Mercancías30’ para el impulso del transporte de mercancías por ferrocarril, que se presentará próximamente.