La movilidad europea ante inminentes cambios normativos y consecuencias directas para el transporte de mercancías

Barcelona, 27 de abril del 2021.- En menos de una década, la movilidad europea se va a transformar, apoyada en criterios de sostenibilidad y herramientas inteligentes. Un proceso gradual que afectará a las empresas de transporte, en cualquiera de sus modos. Nexotrans ha informado de la reacción de los transportistas:

Según Nexotrans, la Unión Europea de Transportistas por Carretera (UETR) considera que la movilidad de bajas emisiones debe basarse en soluciones realistas y disponibles en el mercado, fomentándola mediante apoyos financieros y fiscales.

Asimismo, UETR aboga por un mercado interior del transporte justo y sin distorsiones desde el punto de vista social y económico.

La Unión Europea de Transportistas por Carretera-UETR considera la iniciativa de la Comisión Europea sobre la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente un instrumento clave para abordar una serie de desafíos actuales y futuros para el transporte por carretera en los próximos años, en el contexto más amplio del Pacto Verde de la UE. Sin embargo, a su juicio la pandemia por el covid-19 obliga a repensar algunos problemas importantes para el transporte por carretera, ya que es necesario trabajar en una estrategia para el transporte por carretera después de la crisis, que combine competitividad y sostenibilidad, y sin olvidar la dimensión social y las especificidades de las pequeñas empresas.

UETR apoya plenamente la protección del medio ambiente. Sin embargo, si el costo de la I + D y la tecnología verde se transfiere al costo de los vehículos, los empresarios no podrán hacer frente. Hasta ahora, las pequeñas y medianas empresas han realizado grandes esfuerzos para volverse ecológicas, por lo que deben recibir incentivos financieros y fiscales para lograr una movilidad con bajas emisiones. La estrategia de la UE debe acompañar y apoyar a las PYME en este camino. Y además es imprescindible que los requisitos obligatorios en la legislación medioambiental para las empresas de transporte y vehículos industriales vayan de la mano de los avances tecnológicos reales disponibles de forma amplia, viable y generalizada en el sector. De lo contrario, nos encontraríamos con legislaciones que no se ajustan a la realidad tecnológica y, por tanto, las empresas de transporte se enfrentarán a una imposibilidad real de acceso a vehículos que cumplan con los estándares ambientales de la legislación, o que cumpliéndolos, no serían adecuados a las necesidades reales. de una actividad de transporte específica. Por tanto, es necesario un progreso realista en el que la legislación se adecue a su propósito, pero basándose en una ciencia sólida y teniendo en cuenta la tecnología disponible en el mercado.

Asimismo la UETR considera que los principios de «el usuario paga» y «quien contamina paga» (por ejemplo, la tarificación vial o por congestión y la internalización de los costes externos del transporte) debe aplicarse a todos los usuarios, no sólo a los transportistas, y lo recaudado debe destinarse a reinversiones en infraestructura y apoyo a las empresas, objetivos que aún están lejos de lograrse.

En el ámbito social, la UETR aboga por lograr un mercado interior de transporte justo y que funcione. Sin embargo, en la actualidad existen contradicciones e incoherencias en el mercado del transporte por carretera de la UE que aún no han sido resueltas, en especial su aplicación no armonizada y la brecha entre costes y tarifas de transporte. Así las importantes disparidades en los costes laborales en toda la UE evidencian aún más estas deficiencias estructurales, por lo que es necesario dotar al sector de instrumentos adecuados para asegurar que la liberalización vaya de la mano de una competencia leal en toda la Unión. Todos los actores de la cadena de suministro deben estar comprometidos con este objetivo.

Por ello, entre los principales desafíos a que se enfrenta el sector del transporte en los próximos 10 a 15 años la UETR destaca los siguientes: 

  • Garantizar la calidad de las condiciones laborales será clave para abordar con éxito problemas muy graves como la escasez de conductores. A la espera de que lleguen los vehículos totalmente automatizados, debemos aumentar el atractivo de la profesión a través de programas específicos de la UE.
  • Garantizar la igualdad de condiciones y la aplicación armonizada de la legislación de la UE entre los Estados miembros de la UE.
  • Debe garantizarse la igualdad de condiciones (precios justos) y la competencia leal en el mercado interior de la UE. En varios Estados miembros, los precios son muy bajos, el bajo coste no es sostenible, en detrimento de la calidad y la seguridad vial. Las políticas de transporte deben revisarse abordando los problemas en la cadena de suministro. Este es un elemento crucial para disuadir las prácticas de dumping social, establecer igualdad de condiciones entre los modos de transporte y aumentar la sostenibilidad ambiental.
  • Sobre las tendencias tecnológicas es necesario evaluar su impacto en el empleo, la seguridad, los aspectos legales.
  • Es urgente establecer un Plan de contingencia COVID-19. Las pymes de transporte fueron clave durante la pandemia, han mantenido a Europa en movimiento, afrontando cualquier adversidad. Por ello, hoy más que nunca, es de suma importancia garantizar que los bienes estén disponibles para los ciudadanos de la UE donde y cuando los necesiten. La iniciativa de los carriles verdes o la extensión de la validez de los certificados para los trabajadores del transporte y el conductor fueron realmente útiles para las pequeñas empresas, pero para responder más rápidamente en el futuro, la UETR considera imprescindible establecer ver un Plan de Contingencia para el Transporte de la UE que aborde los problemas técnicos, económicos y sociales de relevancia para las pymes del transporte, desde el apoyo financiero, la legislación aplicable y otros, que prevea una vía rápida en el proceso de toma de decisiones en situaciones de emergencia. Las empresas de transporte necesitan que los procesos se activen sin demora cuando sea necesario, siguiendo un plan de gestión de crisis claro, preciso y compartido, sin un mosaico de reglas y medidas en diferentes Estados miembros, sino de coordinación entre todos. Las empresas de transporte por carretera necesitan certeza e igualdad de condiciones.

Descarbonización y doblar el tráfico de mercancías ferroviario

Por su parte, el periódico económico Cinco Días ha informado que sólo hay un año para adaptar la normativa a la futura movilidad urbana sostenible, multimodal y conectada. Y en estos plazos deben darse los cambios en la Directiva sobre fiscalidad de la energía o una nueva legislación para la homologación de vehículos conectados y automatizados.

“La Estrategia habría de ser un instrumento con una vocación de medio y largo plazo y que desglose con detalle el marco legislativo para dar seguridad jurídica tanto a Estados miembros como a operadores privados y ciudadanos”,

Otro punto que espera reforma es del régimen de comercio de los derechos de emisión (RCDE UE), herramienta de tarificación del carbono que va a ampliarse al transporte marítimo mientras se pretende recortar los derechos gratuitos asignados al sector aéreo. De forma paralela están en el alambre las exenciones fiscales a los combustibles fósiles. También debe abrirse de par en par la Directiva de Transporte combinado y la regulación que afecta a los corredores ferroviarios de mercancías y de la red básica de la RTE-T, si se quiere tener éxito en que el 75% del transporte que viaja por carretera se suba al tren.

Una traba legal más, en este caso relacionada con la infraestructura conectada, es la dificultad para la pretendida cesión de datos por parte de los operadores de telecomunicaciones para la construcción del espacio común europeo de datos relacionados con la movilidad.

“Se habla superficialmente del impacto sobre el empleo en el sector del transporte”, critica el estudio. Y también ve exagerado “fiar toda, o gran parte, de la reducción [de emisiones] a la implantación del vehículo eléctrico”.

En cuanto al ferrocarril, su participación en el transporte terrestre de mercancías se redujo al 17,9% en 2018, frente al 18,3% en 2011. “Si el reto de la descarbonización del transporte para 2050 parece poco realista, doblar el volumen de tráfico de mercancías por ferrocarril resulta un objetivo aún más asombroso”.

Añade Cinco Días que desde el objetivo de la CE de plantar cara al cambio climático, su presidenta, Úrsula von der Leyen, ha reclamado a los líderes mundiales, en la cumbre del clima de la semana pasada, que no dejen sola a Europa. Al respecto, los autores del informe que analiza la Estrategia de Movilidad Sostenible aprecian riesgos como la capacidad de la UE de seguir siendo competitiva frente a China o EE UU, o la afectación al empleo.


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