Barcelona, 29 de abril del 2025.- Según informa Logística Profesional, la logística y el transporte afrontan ahora el reto de normalizar operaciones tras un evento que, aunque breve en duración (15 horas), ha supuesto una disrupción significativa en cadenas de suministro y redes de transporte. Las plataformas logísticas, los operadores ferroviarios, los puertos y los centros de distribución —sectores altamente dependientes de la energía— han activado sus planes de contingencia y trabajan en reajustar flujos y servicios a medida que se restablece el suministro y se recupera la movilidad en todo el territorio. La resiliencia del sistema energético y la capacidad de recuperación del transporte intermodal serán claves para minimizar las consecuencias económicas de este apagón.
Otros medios de comunicación destacaron las siguientes consecuencias:
- Este evento ha expuesto la urgente necesidad de reforzar la resiliencia energética de las infraestructuras críticas. En los puertos, por ejemplo, el proceso de electrificación de los muelles, en línea con las políticas de transición energética, plantea un desafío: multiplicar por cinco la potencia instalada para abastecer a buques y terminales.
- El apagón afectó también otras áreas críticas para la logística y el comercio exterior. La paralización de trenes y ferrocarriles, comunicada oficialmente por Renfe, dejó sin salidas a todas las estaciones, comprometiendo seriamente el traslado de mercancías en todo el territorio. Además, las interrupciones en los sistemas de pago electrónico y en la conectividad de sucursales bancarias comenzaron a reflejar problemas de acceso a servicios esenciales para las operaciones comerciales.
- En el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, uno de los principales hubs logísticos aéreos de Europa, se produjo una suspensión temporal de salidas y llegadas alrededor del mediodía. Aunque las operaciones se restablecieron posteriormente, los retrasos acumulados reflejaron el impacto del apagón en la cadena logística aérea.
- Uno de los puntos más afectados fue el Puerto de Algeciras, uno de los más importantes del Mediterráneo. El corte de energía obligó a activar el nivel 1 del Plan de Autoprotección y la formación inmediata de un Comité de Crisis para coordinar acciones. Las principales terminales de contenedores, APMT y TTIA, quedaron completamente inactivas debido a la falta de suministro eléctrico, mientras que la estación marítima continuó operando de forma limitada para los trayectos hacia Ceuta y Tánger Med, gracias a procedimientos manuales de emergencia.
