Barcelona, 12 de setiembre del 2016.- La fragmentación del mercado del transporte terrestre de mercancías es un problema endémico y sin voluntad de ser puesto en práctica por las Administraciones Públicas. Por este motivo, los representantes privados de este sector impulsan acciones para acercarse a posibles soluciones. El último ejemplo es la reunión del presidente de ASTIC y el presidente de la CEOE. La revista Todotransporte ha publicado la siguiente información:
La cada vez mayor ausencia de unidad de mercado, no solamente a nivel europeo sino también nacional, supone una traba creciente para el normal desarrollo de la actividad del transporte de mercancías por carretera, tal y como han concluido el presidente de Astic, Marcos Bastante, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, en un reciente encuentro mantenido por ambos. “La carretera, como eje vertebrador de la economía, se enfrenta a cada vez más trabas al normal desarrollo de su actividad, en forma del incremento de trámites burocráticos y legislativos, ante cada vez un mayor número de administraciones: locales, regionales, autonómicas, nacionales, europeas, etc…”, denuncian desde la citada organización de transportistas. La cita ha servido también para que ambos presidentes hayan hecho un recorrido sobre varias reivindicaciones del transporte por carretera, en particular sobre la necesidad de que se otorgue la importancia económica y social que dicho sector realmente posee. “Nuestra actividad ha de considerarse sector estratégico nacional, sin ella no se entendería en el mundo moderno el avance nacional e internacional de nuestra industria, comercio y turismo, ya que es eje vertebrador de todos ellos, aportando más de un 4% del PIB nacional”, en palabras de Basante, presidente de Astic.
Por su parte, Juan Rosell ha trasladado a Astic, miembro de la CEOE, el apoyo de la patronal al sector del transporte por carretera, sobre todo en estos momentos de incertidumbre política, donde continúa distribuyendo, bienes, personas y servicios a empresas y comunidades para el correcto funcionamiento de la economía española, más necesario que nunca en el momento político actual. En otro orden de cosas, Astic ha mostrado su preocupación por el incremento de las cargas fiscales que ha sufrido el sector en los últimos tiempos en forma de cargas sociales e impuestos de sociedades al alza. Sólo el transporte de mercancías por carretera aporta al Estado más de 7.000 millones de euros en recaudación de impuestos al combustible. Ambos presidentes han coincidido en señalar como un arcaísmo, que hay que despejar cuanto antes, la enorme fragmentación del proceso de negociación colectiva, basada en la existencia de múltiples convenios (más de 4.000 en nuestro país) que va unida a la atomización de las mesas de negociación de los interlocutores sociales, lo que conduce además, por parte de las patronales, a una pérdida de de su gestión reivindicativa ante las Administraciones.
Recordamos los que dice el Artículo 3 del Capitulo 2 de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres de noviembre de 2011:
La organización y funcionamiento del sistema de transportes se ajustará a los siguientes principios:
a) Establecimiento y mantenimiento de un sistema común de transporte en todo el Esta- do, mediante la coordinación e interconexión de las redes, servicios o actividades que lo integran, y de las actuaciones de los distintos órganos y Administraciones Públicas competentes.
b) Satisfacción de las necesidades de la comunidad con el máximo grado de eficacia y con el mínimo coste social.
c) Mantenimiento de la unidad de mercado en todo el territorio español, conforme al ar- tículo 139.2 de la Constitución.
La unidad de mercado del transporte terrestre de mercancías o del sector logístico se reivindica por todas las partes implicadas, en cada ejercicio, pero sin resultados. Un nuevo ejemplo fechado en 2013 por parte de la Ministra de Fomento, Ana Pastor:
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