Barcelona, 11 de marzo 2013: La integración de Internet en cualquier producto fabricado en serie, y con posibilidad de comunicarse entre sí, será la cuarta revolución industrial. Alemania, la locomotora europea, será uno de los países que liderará este impulso innovador a partir del año 2014. En concreto, el Centro de Investigación Alemán sobre Inteligencia Artificial (DFKI) intenta mostrar lo que considera una «fábrica inteligente».
Así, el objeto fabricado, en este caso un pase de plástico, da las instrucciones a las máquinas que forman parte de una línea de producción en miniatura, por medio de un chip de radioidentificación que se encuentra en el pase. A través de una red, este chip podrá indicar lo que debe figurar sobre el pase o si las instrucciones tienen que estar en español, alemán o portugués. La idea del proyecto, que habrá de probarse a nivel industrial en Alemania en 2014, es ofrecer una producción personalizada a gran escala.Al lado del lugar en que se expone este proyecto, un estudiante del DFKI lleva unas gruesas gafas negras. Mira una máquina y empieza a repararla gracias a los hologramas que ve en sus gafas, los cuales le van indicando lo que tiene que hacer.
Al margen de esta acción de Alemania, hay que recordar también que la denominada “caja tonta”, Televisión, se ha hecho de repente inteligente, gracias a la incorporación de Internet en sus entrañas.
Las gafas multimedia de Google
Otra innovación que puede cambiar nuestras vidas será las gafas de Google con conexión y minipantalla conectada a internet. Este tipo de gafas no es una idea original y pionera de Google. Pero esta empresa americana es la que en el 2013 comercializará las primeras gafas para los consumidores con las características descritas. En el periodo de prueba ya se ha encontrado con un incidente sobre la privacidad. Pero habrá que comprobar si dispositivos cómo éste acelerarán la llegada de la cuarta revolución industrial.
¿Se imagina un chófer de un camión que transporta mercancías todo el día con las gafas de Google en su rostro?. ¿O un operario de un almacén para ser monitorizado por sus jefes en todo momento?. ¿O en la entrega de la mercancía que se graba en vídeo como justificante, en lugar de la firma actual?. Quizás esta tecnología tan futurista aparentemente, pueda tener su aplicación inmediata en los procesos de la cadena de suministro. De momento, en los últimos 10 años diferentes proveedores logísticos han innovado dispositivos similares a las gafas de Google. Por ejemplo, KNAPP y su KiSoft Vision .
El iWatch de Apple
Apple aún no ha confirmado, ni ha desmentido que saque al mercado un reloj conectado a Internet y toda su plataforma de aplicaciones (apps), música, vídeos, etc. Sólo un dato el sector relojero genera 60.000 millones de dólares cada año y ofrece una gran rentabilidad para las empresas. En cualquier caso, antes de Apple otras marcas ya han lanzado dispositivos similares.
Lo que es evidente es que la cuarta revolución es Internet y la caja donde va Internet, ya sea unas gafas, un teléfono móvil, una televisión o un reloj. Por lo tanto, quizás ya estamos viviendo dicha revolución desde 1969, año en el que se conectaran las primeras computadoras entre 4 universidades americanas.